Este es un post que considero necesario y útil, y que llevaba tiempo pensando en escribir, con el fin de ir acercándome poco a poco a los diferentes momentos que puede vivir tanto un paciente de cáncer como su familia. Hoy he querido centrarme en el inicio, dónde todo comienza a cambiar, el momento del diagnóstico.
Los momentos iniciales son especialmente complicados, ya que son en los que te empiezas a plantear los primeros cambios y en los que comienzas a adentrarte, temeroso, en un terreno desconocido para ti, ya que, aunque hayas acompañado a alguno de tus familiares en su enfermedad, ser el protagonista es diferente.
Para mí el reto clave en estos primeros momentos es adaptarse, lo que también otros profesionales llaman aceptar. Se trata de adaptarte a las circunstancias, a los cambios en tu vida cotidiana, a tus emociones, a las pruebas diagnósticas, a los tratamientos,… Adaptándote a la situación te facilitas afrontar tu día a día, sintiendo que tomas decisiones, avanzas y cumples metas.
Como todo proceso, requiere un tiempo y conlleva sus fases…
Es posible que en los primeros momentos te hayas sentido bloqueado, en shock y con la sensación de escuchar, pero sin sentir. Tras estos momentos, irá poco a poco apareciendo el temor ante el significado del cáncer, ante lo desconocido, ante lo que anticipas que pueda venir,… y puede que estas sensaciones vayan dejando paso a las dudas ¿se habrán equivocado? Esto no me puede estar pasando a mí.
Es posible que tiendas a asegurarte o incluso que pidas una segunda opinión. Una vez que la información que recibes sigue confirmando la situación, no es nada raro que sientas rabia y tristeza ante algo que no esperabas y que trastoca profundamente tus planes, para poco a poco ir aceptando la situación y tomando las riendas de esta etapa que vives.
Recuerda que este proceso es totalmente normal, pero no tienen porque darse todas las fases, ni siquiera en el orden en el que te las presento. Son reacciones muy frecuentes que forman parte del ejercicio de aceptación ante un cambio tan importante como el diagnóstico de un cáncer.
Si sientes que estás anclado, o ves a tu familiar estancado en alguna de las fases que te he descrito, no percibes avance o te sientes incapaz de afrontar los tratamientos, puede ser un buen momento para contactar con un psicooncólogo para que te acompañe y asesore en este proceso.
Algunas recomendaciones ante el diagnóstico:
Si eres paciente:
- Permítete tu tiempo para procesar la información.
- Acude con compañía a tus citas con los médicos. Son citas en las que te darán mucha información a veces difícil de entender. Tu acompañante podrá apoyarte y facilitarte la tarea de procesar la información.
- Participa en la toma de decisiones, se trata de tu vida y de tu salud, quizá tengas algo que decir.:)
- Infórmate para participar en la toma de decisiones, recuerda que los mejores informadores siempre serán tus médicos.
- Cuidado con las anticipaciones negativas. Céntrate en el aquí y en el ahora, en lo que sabes y no tanto en lo que todavía no sabes si ocurrirá.
- Si normalizas la situación, tu entorno lo hará contigo. Las asociaciones de pacientes pueden ayudarte en esta tarea.
- Exprésate, siente y comparte tus emociones. Vivirlas en soledad las hace más difíciles.
- Pregunta, indaga, asegúrate,….son las mejores herramientas contra la incertidumbre.
- Busca apoyos y gestiónalos. Quizá te ayude plantearte ¿qué necesitaría de mi entorno en estos momentos? ¿cómo desearía que me apoyaran? ¿cómo puedo ayudarles a que lo hagan?
- Tú decides de quién y cómo recibes apoyo, decide qué es lo que te ayuda en estos momentos, normaliza y facilita a tu entorno que se acerque a ti para echarte una mano.
- Ayúdales a entenderte y esfuérzate por entenderles a ellos, la situación es nueva para todos.
Si eres familiar:
- Permítele su tiempo y date el tuyo para entender y aceptar el diagnóstico.
- Pregúntale: Cuándo y cómo, le gustaría que estuvieras a su lado.
- Respeta sus decisiones, acompáñale y permanece cerca por si pudiera necesitarte
- Cuidado con la sobreprotección, busca el equilibrio.
- Las emociones en sí no son malas, déjale sentir para ayudarle a afrontar.
- Normaliza el tema, trata de que la enfermedad no se convierta en un tabú.
- Tú también tienes derecho a sentir y a expresarte, no dudes en hacerlo.
Quizá sientas que esta lista de recomendaciones está incompleta… claramente son todas las que están, pero no están todas las que son.
Ya que te has acercado a esta ventanita en forma de blog, te propongo que compartas, con un comentario, aquello que a ti, como paciente o familiar, te vino bien en estos primeros días tras el diagnóstico, y así, me ayudaras a completarla. Quizá tu experiencia pueda venirle bien a otro ¿no crees?
Nos seguimos leyendo 🙂
0 comentarios